En el Paraje natural de la Sierra de Utrera, encontramos unos baños termales naturales denominados Baños de la Hedionda, donde se hace referencia a las propiedades curativas de sus aguas.
¿CÓMO SON LOS BAÑOS DE LA HEDIONDA?
Se trata de unos baños sulfurosos ferruginosos situados en un maravilloso paraje.
El recinto del balneario tiene forma cuadrada de aproximadamente 6 metros de largo, con una sala esférica aboveda y dos galerías cubiertas también por bóvedas, todo bajo las aguas. Las remodelaciones posteriores provocaron la ampliación de los muros y canalizaciones que fueron sacadas a la luz en los inicios de los 90. Además, a partir del año 2016, estos baños cuentan con piscinas naturales.
Los materiales empleados en la construcción de los baños de la Hedionda son: hormigón de cal, piedras y dobles o triples hileras de ladrillos macizos.


¿DÓNDE SE ENCUENTRAN LOS BAÑOS DE LA HEDIONDA?
Los Baños de la Hedionda se sitúan en la localidad malagueña de Casares en la Sierra de Utrera, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). Situados en el margen derecho del arroyo Albarrán, muy cerca del límite con el municipio de Manilva.
HISTORIA DE LOS BAÑOS DE LA HEDIONDA
La leyenda más popular cuenta que en el S. I a.C., en el transcurso de las segundas guerras civiles entre César y Pompeyo, las tropas romanas de Julio César se encontraban acampadas en las proximidades del manantial a la espera del enfrentamiento. Las aguas de este manantial eran de color turquesa y desprendían un olor desagradable.
Muchos de los soldados del César padecían graves infecciones de sarna, lo que les impedía un combatir de forma óptima, pero tras bañarse en estas aguas se redujeron sus picores, comprobando así el poder curativo de las aguas del río Manilva. Además, se dice también que el propio Julio se curó de una infección herpética y mandó a construir los baños que se conservan hoy en día.
Otra de las leyendas, cuenta que el diablo exhaló aquí su último aliento cuando fue expulsado por Santiago.
El origen de dichas fuentes parece ser que está en la época romana. Aunque en la época musulmana, se modificó su estructura y sistema de canalización adquiriendo la apariencia que vemos hoy en día.
Independientemente de las leyendas, los más antiguos tratados geográficos del municipio de Casare hacen referencia a las propiedades curativas de la fuente de la Hedionda y la gente sigue visitándolos para beneficiarse de sus propiedades curativas.
CARACTERÍSTICAS DE LOS BAÑOS DE LA HEDIONDA
Las aguas de estos baños de la Hedionda mantienen una temperatura constante de 18-21 grados, tanto en invierno como en verano. Aunque si tienen pensado cuidarse la piel con la arcilla de su manantial y quieren secar el barro al sol, lo más recomendable es visitarla en verano.
La gente del lugar ofrece recomendaciones para aprovechar lo mejor posible las propiedades curativas de las aguas. En primer lugar, hay que darse un baño en el interior de la terma o en el mismo cauce del río. Después, aplicarse su arcilla verdosa por todo el cuerpo, incluso en el cabello. Seguidamente, dejaremos secar la capa de barro al sol y, por último, una vez seco el barro, nos bañaremos en el propio río.
ENTRADA AL RECINTO DE LOS BAÑOS DE LA HEDIONDA
Debido a la grana fluencia de personas que se desplazan para bañarse en estas aguas curativas, el Ayuntamiento de Casares ha establecido una serie de medidas entre las que desataca la limitación del aforo en el recinto, a un máximo de 24 personas, por lo que para poder acceder en las horas punta establecidas, de 12.00 a 19.00h desde julio a septiembre, será obligatorio reservar.

Las reservas son completamente gratuitas y pueden realizarse:
- Oficina de Turismo de la Casa natal de Blas Infante del Ayuntamiento de Casares (teléfono 952 895 521).
- Punto de Información turística habilitado en la zona de los Baños.
- A través de la aplicación digital ticketea (https://www.ticketea.com/entradas-actividades-banos-la-hedionda/)
Se recomienda visitarlo en mayo.